¡Oh Dina! su majestad,
bendita eres entre las mujeres
de tercera edad.
Hoy el mundo se engalana
porque regresas
a tu belleza quinceañera.
Quiero decirte en esta oportunidad
que tienes el reinado más bello
de tu vida
que tu mirada es juvenil, sincera
y atractiva
y quienes conformamos el mundo
longevo
somos hombres y mujeres de bien.
Las palabras de la boca me salen
como puritita agua de manantial
y los versos van dedicados a ti mujer
divina
en este inolvidable momento de emoción.
Al verte coronada esta mañana
como reina de longevidad quetzalteca,
eres mujer guapa por fuera
y sana por dentro con la ayuda
de longevidad medical,
eres fuerte como un árbol
y delicada como un clavel.
Cuantos años han pasado en tu hermosa
vida
pero el desgaste físico no se nota
porque el día que tu naciste
imitaste a nuestra madre, la Virgen María,
siempre joven, siempre misericordiosa.
Y es por eso que te canto,
porque eres inspiración divina,
eres luz, eres lluvia, eres día y noche,
eres todo en esta vida.
¡Salud divina majestad! Convertida en estrella,
ante tu presencia, las palabras se hacen cortas.
¡Oh Dios! Mujer convertida en doncella,
tienes el alma joven y la figura esbelta,
semejante a una azucena.
AUTOR: ESTEBAN DE JESÚS LÓPEZ FUENTES.
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