Como Presidente del Certamen Literario Juvenil Nacional,
me apresuro a verter mi especial agradecimiento.
a quienes están conmigo en la faena trascendental
para orientar a la juventud a la Literatura Universal.
Es una faena que abre los estrados del Olimpo,
simulando un reflejo de la eterna sublimidad,
donde cada corazón debe poner de su parte
para comprender que es creador del sumo arte.
Dios creo el mundo de la nada pero con suficiente fe,
también puso su bondad imperecedera en todo ello,
nunca tuvo desconfianza o dos corazones confundidos
sino más bien, puso alma, corazón y sentimiento, unidos.
Este ejemplo deben practicar mis guerreros espirituales
para continuar por esta bella senda que necesita de
escogidos
no de almas confundidas que no saben a donde van
y tergiversan las ideas que las revelaciones de Dios nos dan.
Aquel que quiera retractarse de este camino recorrido,
no habrá perdón en su endeble y árido caminar.
se quedará perdido sin que nadie lo rescate a tiempo
y se conduela de su apesarado y tardío arrepentimiento.
Será como hojarasca que vuele por el mundo entero,
que no dejará otra huella pura y perceptible.
dejará algunas, no lo niego, pero como esta nunca
en que la juventud haga remembranza de su nombre.
Pongo mi fe en:
Edwin Armando Tzul Morales.
Héctor Larios Pérez.
Aroldo Gregorio Gómez Cifuentes.
Carlos Enrique Celada Coronado.
Everson Rodimiro Gramajo Samayoa.
Jorge Alberto Gómez Cifuentes.
Matilde Victoria de León Villagrán.
Margarita Elizabeth Escobar Arauz.
Guillermo de Paz Brito.
Dora Leticia Pac Oroxom.
Karen Fernanda Calderón García.
Edna Patricia Escobar Benitez.
Nancy Maité Gramajo Pérez.
Amabilia Calderón Morales.
Esteban de Jesús López Fuentes.
Víctor Manuel Barrios.
Eddy Dionisio Saquiché Rivera.
Ariam Calderón Gramajo.
Jorge Luis García de León. ASESOR.
Rodulfo Palacios.
Victorino Segundo Gómez Castro.
Rolando Sigüenza.
y el que redactó este esbozo con hálito
de límpida esperanza.
Vaya para cada uno de ellos mi respeto,
y desde ya, pongo un laurel sobre su frente,
una flor de azahar en su nítida solapa
para que el mundo honre lo que de ellos sepa.
Y sea el distintivo que la juventud no puede darles,
pero eso sí, estarán en la Historia de Quetzaltenango
sin que nadie pueda borrar su nombre y aquel verso
que han brindado en cada oración y con su esfuerzo.
AUTOR: RODIMIRO GRAMAJO RODRIGUEZ
Presidente del Certamen.
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