domingo, 23 de septiembre de 2018

Al poeta Jorge Luis García de León.

Mi intención es exaltarte, oh poeta
y contarte que me divago en tu poesía;
algo así como lo hace el día
cuando se aferra a la esencia de la vida.

La magia de tus versos me contrae
para hacerme minúsculo y sencillo
porque es la esencia de tu estribillo
que usas para ennoblecer al corazón.

Las esquirlas de tu Copante y Los Chocoyos
reflejan tu amada Luna de Xelajú;
testigos de tu loable juventud
que la guardan como único historial.

Guardan sin duda el ritmo de tus pasos
y la rima bohemia de tu nombre,
donde han nacido poemas de renombre
y son bitácora en todo destino señorial.

Has dejado en cada arista quetzalteca
la retórica que siempre te acompaña,
la que no morirá mañana,
sino, será el báculo literario e inmortal.

Como amigo tienes múltiples facetas
que fueron esculpidas con dialéctica y cultura;
otras con el esmeril de la vida dura
que pule a cada apóstol singular.

Todos dejamos una vívida estela
como reflejo de penas y andanzas,
pero eso si, saturadas de esperanzas
para agradecerle a Dios su vendimia espiritual.

Es por eso que tu recorrido preconcebido
es el Norte que nos has heredado
para que el mundo no se sienta defraudado,
sino, bendito en sus puntos cardinales.

Es por eso que esta homilía
nació de la amistad que aún predicas,
la que honra y se vuelve tan benéfica
y nos hace más humanos en su gran filosofía.

Siéntete satisfecho y complacido 
porque eres el consejo hacia tu gente
la que, como yo, honra reverente
y atestigua su bien preciado.

Veras que la historia es tan pura
que entonará los himnos de estructura fiel
en honor al nítido laurel
que Dios te ha puesto en cada sien.

Si en mi exaltación estuviera confundido,
tú conoces más que nadie lo que digo
porque has alcanzado el grado de: Amigo
que es el máximo galardón en esta vida.

Por siempre, llévalo en tu frente con honor
aunque sientas que la vida se te acaba;
has dejado perfumada la estela encomendada
que la poética y la historia nunca olvidarán.



Respetuosamente:  Rodimiro Gramajo Rodríguez.


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