viernes, 14 de septiembre de 2018

PADRE.

Cada día honro tu nombre
por todo lo que eres en sí:
Para mi madre muerta
y los que te adoran aún.

Sin el padre este mundo
no tendría cimientos,
futuro, ni ciencia,
esperanza y vida.

Nuestra nave no tendría Norte
para alcanzar lo que anhelamos;
sería débil la mano de la madre
y nosotros sin el apoyo que nos das.

Recibe este y todos los días
mi corazón henchido de gozo,
mi alma llena de luz
para ser profética tu vejez.

AUTORA: ANABELLA ALVARADO SÁNCHEZ.

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