jueves, 13 de septiembre de 2018

DESPEDIDA.

En los montes más bellos cajolenses
dejé mis huellas clavadas en arcillas,
en mis bellos tiempos de docencia
muchos fueron mis discípulos
que siguieron mis ejemplos.

Llegó el momento de mi eterna
despedida,
dos décadas caminando y sin medida,
llegando a la hora en punto al trabajo
pero con amor profundo.

Mi relación más grande fue con la gente
cordial y sincera,
como un ser humano guardo el recuerdo de
doña Luky,
la vecina de enfrente que la llegué a querer
como si hubiese sido mi madre.

Era feliz aunque mi aula fuese la más olvidada
Galera,
construía por padres de familia,
con madera y láminas totalmente deterioradas;
allí termina mi faena educativa
en mi bello Cajolá.

AUTOR: ESTEBAN DE JESÚS LÓPEZ FUENTES.

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