lunes, 17 de septiembre de 2018

EN EL ONOMÁSTICO NOVENTA DE ÁNGEL MOISÉS LÓPEZ DE LEÓN.

Agradezco a Dios esta oportunidad sublime
para encaminar mi poesía hacia ti: Ángel Moisés,
por ser amigo y por llevarme a la tierra prometida
y sacarme de Egipto hacia la inmarcesible eternidad.

No olvido cuando abriste el Mar Rojo para el Periodismo,
para darle a Quetzaltenango su sitial tan verdadero,
no digamos a la Literatura con tus poemas y sonetos
los cuales nunca morirán en tu tierra bien amada.

Ángel Moisés:
Hiciste brotar de la roca el agua cristalina hacia la vida,
hiciste caer el maná para alimentarnos con decencia,
lástima que estén perdiéndose estos ínclitos valores
que todavía degustamos contigo en nuestras correrías
literarias.

Desde tu A. P. Q., no quisiste que nos desviáramos del Norte,
sino, continuar con nuestra prosa hacia la gloria,
si no, que lo diga Benigno Loarca o Edwin Gálvez,
sin olvidar a Maco Peralta, Abahí Bolaños, Fito Ávila y
otros más.

Tu ejemplo me indujo a practicar tu verso, tu prosa y
tu inocencia,
no digamos tu verdadera elocuencia que no muere,
por eso el Certamen Literario Juvenil Nacional está
como tu bordón diamantino y con poesía juvenil.

Eres prócer y formador de nuestros ámbitos culturales,
por eso estamos formando tu laurel en tu cumple años,
el cual regaremos con metáforas acuíferas cada día
para que perdure tu numen en la historia que se ha escrito.

Como ves, en cada verso escrito no hay alguna rima
porque todas las llevas en tu alma sacrosanta;
cuando quieras regálame una o todas las que puedas
porque seguiré escribiéndole a tu nombre sin cansancio.

Sé feliz en esta fecha y otras que el Redentor te de,
recuerda las lumínicas estelas que nos has legado;
las que ya te hacen inmortal ante los cambios de la vida
para hacer germinar la semilla que sigues abonando
en ellos.

Se que en tu subjetivismo se esconde mucha ciencia,
la que nos darás por medio de revelaciones tan sencillas,
yo te lo agradezco desde ahora y para siempre
porque es la continuación de tu gran Filosofía general.

Por eso, pienso que para elogiarte se necesita Teología
y mucho discernimiento en cada apoteosis de tu vida,
pero que hago si solo vibra en mis dentros globulares
mi admiración y un corolario de premisas de cariño.

Bendito seas, y benditos seamos todos los que te apreciamos,
los que reconocemos tus virtudes y tus dones sempiternos,
los que llevaremos en nuestra solapa con honor y honra
y en los labios como una oración para calmar cualquier congoja.

Te veras realizado, aún más, en cada paso que des en esta tierra,
te izaremos mucho más hacia lo eterno que mereces desde
niño,
para que cada generación que aún te desconoce en su sendero
predique por los puntos cardinales la biblia que escribiste.

Dejo mi exaltación en tus manos y en tu mente
para sentirme un tanto complacido ante la vida que me acoge,
para, cuando ya no nos encontremos como ahora
pueda repetir siquiera lo que dijo aquel poeta:
"Vida nada me debes estamos en paz".

Infinitamente gracias.

AUTOR. RODIMIRO GRAMAJO RODRÍGUEZ.
2 de septiembre de 2018.

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