mi sueño era delicioso,
época de amor y ensueño
de luces y bellos colores
cuando ese gris timbró
era muy tarde, como las tres.
Sobresaltado me desperté
di un salto y me senté,
más su timbre no paraba
y mi corazón más fuerte latía
tan rápido que pensé no contestar.
Mi mente lo peor esperaba
y al levantar ese ingrato aparato
sentí que corrió mucho tiempo
antes que yo contestara
esperando enterarme de algo muy cruel.
Haló dije apenado
y del otro lado una voz femenina
reconociéndola supe que era mi novia,
dijo: Espero no haberlo despertado,
yo aún apenado dije: ¿Que pasó?
Sólo quiero saber
si en su bolsa tiene el chicle que me compró,
de golpe corté la llamada;
al siguiente día
ella fue la que me cortó;
terminando ese aparato en la bolsa dela basura.
Autor: Juan Antonio Monterroso Villatoro.
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