La alegría es un monumento,
viene de remoto lugar
con su lumen de alas antiguas
y castañuelado musitar.
Silva tropos benignos
en proverbial silabario.
¡No la dejes pasar!
¡Abre tus palmas,
dale tu risa,
déjala morar en tu hogar!
Autor: Heberto Rolando Serrano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario