1. La madre es el bello matiz del mundo.
2. El hijo que desprecia a la madre no merece ni el postrer castigo.
3. Adoremos a la madre en vida y honrremosla ya muerta.
4. La madre es tan santa que ni el docto y el erudito han logrado conceptuarla.
5. Aunque la descomposición social envenene el alma, la madre no pierde su sitial de santidad.
6. Muchos hijos se han descarriado porque les falta un poquito de amor hacia la madre.
7. La madre puede ser divina y santa, pero no puede hacer milagros
ante el pétreo corazón rebelde.
8. Bendita la madre que mantiene su verticalidad como ejemplo a otras madres sin razón.
9. La madre sin pudor y descarriada tiene podredumbre en las entrañas.
10. La madre pura es aquella que conquista su verdadero status con actitudes que no defrauden su misión.
11. La madre es el vínculo entre la comprensión y la eternidad.
12. Las más bellas alhajas que la madre ancía, son las caricias y sonrisas del hijo agradecido y tierno.
13. Cada paso que doy es un recuerdo de mi madre.
14. No ancío la elegancia que impone la sociedad porque ostento los rasgos de mi madre.
15. Cada pecado que llevo en la conciencia es una reflexión de cambio hacia mi madre.
16. El amor de la madre no puede detenerlo la muerte ni la tumba que la guarda dormida soñando con sus hijos.
17. Una lágrima de la madre equivale a un mar de sinceridad, desvelo y oración.
18. Cuando más recuerdo el deceso de mi madre, más me santifico cada día.
19. La muerte me arrebató a mi madre, pero no podrá arrebatarme su eternal amor.
20. Cada quien concibe a su madre como puede, yo la concibo con el alma y corazón.
21. Mi pobreza es mi máximo tesoro porque hace apoyarme de los consejos de mi madre.
22. El potentado pone su corazón avaro en las riquezas, yo en las "arrugas" de mi madre.
23. Los pies cansados de mi madre son los frutos cosechados por llevarme desde aquel día en su regazo.
24. Dichoso el que tiene su madre todavía, yo solo tengo arrepentimientos y congojas.
25. Háblame del amor de la madre y diré que tienes sentimientos y corazón.
26. La verdadera madre no se deprime ante el árido destino, sino más bien lo hace fértil con la semilla y herramienta de su amor.
27. La madre aclara la nebulosa de tus ojos y convierte en himnos celestiales la melancolía de tu débil corazón.
28. Continúa........................
Autor: Rodimiro Gramajo Rodríguez.
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