sábado, 17 de noviembre de 2018

ESTEBAN DE JESÚS LÓPEZ FUENTES.

para escribirle versos a un amigo,
primeramente hay que tener sinceridad
no importando que hayan habido altibajos
en esa loable y predecible amistad.

Pero es necesario reconocer virtudes,
no digamos lo que significa aquel amigo,
principalmente cuando entrega su alma
por la juventud que ha sido su delirio.

Has sido formador de juventudes, tu lo sabes
desde la escuela humilde que cobijó tu intelecto,
era infantil pero, con facetas especiales
lo que te hizo mentor y hombre tan selecto.

Has viajado en claridades y penumbras
para llegar hasta donde la poesía te reclama,
has sido ejemplo de tus hijos en sociedad
y aunque no lo creas, esta misma te embalsama.

Has dejado tu aliento de vida entre tus pasos,
los cuales han quedado de San Marcos y tu Xela,
como un profetas ineludible que hace falta
en los linderos de la moral que te desvela.

Has dejado una estela  de laureles escondidos
en las veredas de tu vida que es tan soberana,
quien pudiera imitarte en tus ritmos tan eternos
para que siempre estes como oración en la mañana.

Tienes tanto que dar a la vida que te acuna todavía,
lo que nunca niegas aunque sufras en tu nítido sendero,
pero eres tan fuerte como columna de sólida existencia
que ha iluminado al mundo como haces de pebetero.

Sigue caminando para cumplir tu cometido,
principalmente por la juventud que aún te llama,
sin olvidar a tu familia que es la sabia bienhechora
que te alimenta después de Dios que es tu flama.

Estaré atento a tu caminar que tiene objetivos definidos
para imitarte en tus pisadas cardinales tan divinas,
porque necesito de un mentor que aún me eduque
y me tienda la mano en mis caídas repentinas.

Bueno, me despido de tu espacio conquistado,
porque tienes que meditar en tu gran filosofía
para dejarnos otro libro de experiencias bien escritas
en el anaquel que se forma con aristas de poesía.

Verás que no es mentira lo que digo en estos versos,
son reminiscencias que cosechaste en tus terrenos,
las cuales nos dejas como límpidas herencias
para que sigamos siendo en la vida tus hermanos.

¡Salud, mentor y formador de celestiales Juventudes.!
como las del Certamen Literario Juvenil Nacional
que han sido tu sudario y tu lúcido nahual.

AUTOR. RODIMIRO GRAMAJO RODRÍGUEZ.

No hay comentarios:

Publicar un comentario