Quiero decirte,
donde quiera que estés,
que te llevo en el alma
y olvidarte jamás podré;
viniste 59 años a las tristezas
y a las alegrías;
vives en mis recuerdos,
como cuando viajamos a
Totonicapán,
donde disfrutamos de un café
y un pan.
Eras un adolescente,
convertido en hombre de bien,
te dejaste crecer sanamente,
muy alejado de cualquier vicio,
fuiste el más querido
por mis padres,
siempre, siempre te abrazaban,
cómo cuando mi madre te tenía entre
sus brazos.
No tengo palabras para decirte lo mucho
que en vida compartimos,
fuiste hombre polifacético,
abrazaste la política,
le diste la mano a un candidato del PAN;
no necesitaste de la tecnología de hoy;
sabemos que en este siglo XXI,
solo hay teléfonos inteligentes,
tus pasos firmes del siglo XX,
fueron exitosos,
pero en este año 2018
fueron truncados por la ingrata muerte.
Pero allá en el cielo,
estarás con mi madre
y andarás en las calles eternas,
nada más y nada menos que del brazo
de mi padre,
adiós hermano del alma,
adiós por última vez,
no se cuando nos encontraremos
allá en el cielo infinito.
TU HERMANO: ESTEBAN DE JESÚS
LÓPEZ FUENTES.
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