domingo, 26 de enero de 2014

Tu Voz.

Buscaba alivio mi corazón
transido por el dolor de tu ausencia,
había sufrido mucho y con razón
necesitaba de ti, tu presencia.

Deseaba tenerte entre mis brazos
luego, escuchar tu voz llamándome,
sentí abrirse mi pecho en pedazos
y el corazón, a ti empellándome.

Contemplar tu bello rostro enmarcado
por tu sedosa y negra cabellera
fue como ver el cielo azulado
y condenado de alma entera.

En tu ventana te vi preciosa,
jamás olvidaré ese momento,
tu belleza es el de una rosa
en mis oídos tendré tu voz, tu acento.

En mi vida eres la única mujer
que acelera el ritmo de mi corazón,
nunca.. jamás te dejaré de querer
eres de mi vida la impar ilusión.

Autor:  Julio Méndez Sim.

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