Cómo la sutil brisa
que acaricia el amanecer,
¡Tan linda es tu sonrisa!
Que igual no ha de haber.
Apareces como un ladrón
y te apoderas de mi,
tu me robaste el corazón
y yo vivo pensando en ti.
Cómo escuchar un grito
que se pierde en la oscuridad,
tu amor es lo que necesito
para borrar mi soledad.
Si tus ojos son el mar
y tu cabello las olas,
en ti me quiero ahogar
para no morir a solas.
Autor: Mario Rodríguez Palacios.
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