Me amo tal cual soy,
pues fui hecha
por el más perfecto escultor,
fui hecha de barro divino.
Mi creador rompió el molde
después de haberse inspirado
para hacerme diferente.
No hay repetición de su obra,
me hizo única,
me hizo perfecta,
no como algo convencional
no con el concepto de belleza
que en el mundo se maneja,
me hizo a su semejanza e imagen.
¿Qué más puedo pedir?
Soy especial,
soy la obra de sus manos,
lo menos que puedo hacer
es amarme y respetarme,
porque no soy cualquier cosa
soy el templo de su espíritu
soy la obra de arte
del Creador de la vida.
Autora: Amarilis Barahona Vargas.
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