sábado, 16 de marzo de 2013

Promesa de amor.

Hay mucho ser confundido
creyendo que adoro el madero,
idólatra me han renombrado
cuando ante ti yo me postro
sin comprender donde está mi razón
como éste pobre corazón
que a gran velocidad
vuelan donde te encuentras tú.

Mi fe no es el madero
o esa pieza de rezo
en que tallaron tu imagen
que me recuerda tu vida
más lo que aquí tu hiciste
por causa de mis pecados
pues muriendo en esa cruz
me devolviste la vida.

Tu imagen como mi fe
es algo más que yo siento
por aquel que te envió
a redimir al humano
con todo amor por mi hermano
inmerecidos regalos
por ser tan inhumanos
por bajas debilidades.

Jamás renunciaré a ti
donde yo te conocí,
pues eres el fiel amigo
que de mi nunca se aleja
ni en momentos felices
como en los duros problemas,
tu fuerza sigue conmigo
cuando con fe yo te pido.

Finalmente te digo
que hoy en hombros  te vi
removiéndome la conciencia
por el dolor que reflejas
en tu sagrada misión
y ahí mismo te hice
una promesa de amor
hasta que aquí  yo perdure.

Podrán todos confundirse
e irse de tu presencia,
más yo como el viejo roble
moriré  siempre de pie
demostrando mi gran fe
por la certeza que tengo,
que a mi como tantos más
en amor y sin dolor
la vida contigo eterna será.


Autor: Juan Antonio Monterroso Villatoro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario