domingo, 17 de marzo de 2013

Madre.

Vos, solo sos vientre de cuna.
vos mujer de aguacero tibio,
me enredo en tus ojos,
porque siempre son primavera.

Viento huracanado en tu risa inmensa,
libres las aves vuelan por tu cabello.

En vos soy, sin vos no estoy.
Vos crisol de vida, eterno, infinito y sagrado,
tu linaje encontrará  en su ser el tuyo.
Tu mirada no se apagará jamás de sus ojos.

Vos que estás aquí y en todas partes,
vos que formas versos y rimas dóciles,
a vos con kilómetros de ternura,
que arrullan mi alma entre bosques,
al ritmo inocente de tu risa,
cuando está por terminar el ocaso,
al comenzar el alba madre perenne.

Libera siempre tu risa en mi presencia,
mientras yo cabo mis viejos tabúes,
y saco el sol para mis ojos,
para verte fértil dando vida,
en nueve lunas misteriosas,
en dolores indescriptibles y solemnes.

Entre quimeras estaré aguardando
tus figuras y estampas.
Madre, de sacrificioo puro y
tesonero.
Soy un poco de tu alma,
madre te amo y te venero.


Autor: Ricardo de León.


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