Madre bendita, flor tan bella
que adorna los altares
perfumados de incienso;
sagrada ofrenda de mi ser.
Tu nombre es música,
sinfonía de amor criollo,
son de mujer morena,
alegría de mi alma serena.
Admiro a mi madre en el zafiro,
en la belleza de la naturaleza;
preciosa joya incomparable;
la gracia de tus ojitos es la ternura graciosa.
La fantasía de mi niñez
es lo más lindo de tus caricias madre,
tu nombre es un canto a mi vida;
un beso de gratitud en tu frente , madre.
Autor: Francisco Cho Cayax.
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