Compañero, a vos compañero
a vos te hablo hoy
a vos que sos caminante
en esta lucha interminable.
No podemos evadir tanta miseria
los niños, mujeres, obreros y ancianos
en cada amanecer muerden solo hambre
mientras la vida se escapa de las manos.
Compañero, a vos compañero
que conoces la pobreza extrema
a vos que te quedás por las calles
donde los perros moribundos aúllan.
A vos compañero obrero
no claudiques te lo pido
a vos mujer que cada día ves a tu hijo
en brazos de la educación callejera
no llores más, sino, busca auxilio.
A vos señor presidente
te invito a que camines por los suburbios
donde se encuentran las casas de cartón
los ambientes que huelen a humedad
y los niños que juegan con pelotas de barro.
Quiero terminar mi discurso
en esta solitaria habitación
que imagino, aquí es el comienzo
de secar las lágrimas de los ojos
y darle vida a la verdad sin temores.
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