miércoles, 4 de septiembre de 2013

Delirio.

Se va como hoja seca
en el otoño triste,
se va como un suspiro
que se lleva el viento,
como la noche
cuando llega el día,
como la golondrina
que abandona el nido,
como la pálida luz
de la vela que se extingue,
se que tu ausencia no será
por muchos días,
que te marchas para siempre
vida mía, que te vas
como la gota de agua 
que se lleva el río,
que no vendrás a esta ciudad,
muerta de tempestades,
que no volverás, nunca, nunca...
dejándonos como el soplo
que el espejo borra,...
y, yo con mi voz ensimismada,
se apagará como se apagan
la luz de las luciérnagas,
así se marchita el alma mía,
porque yo nací para adorarte
y, ya como el pebetero
de la fuente abandonada
mi corazón cansado
por el amor perdido...
un día se marchará como el
viento herido,
abrazaré mi último suspiro
como un altar  sin flores
y cansado de esperarte vida mía
elevaré el suspiro mío...
para unirnos para siempre
con el suspiro tuyo.


Autor:  Jorge Luis García de León.

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