miércoles, 3 de julio de 2013

Dad amor.

Hoy que son días difíciles
sin la benignidad de la naturaleza
mucho queda disuelto
transfigurando y devastando.

Ve como los lagos del corazón
la interminable corona de almas
sedientas de ternura y amor
buscando aplacar su inmenso dolor.

No os acuséis unos a otros
miraos los corazones y las almas,
no os limpies solo por fuera,
limpiaos también por dentro.

Quitaos la propia miseria
y la miseria del mundo acabará,
dad a otros la palabra vedad,
buena caridad y justicia dad amor.



La verdadera caridad no es dar solo al necesitado,
sino, evitar que el necesitado exista,
todo lo puede el amor
y es quien ha de mejorar la vida.

Compartid no lo que te sobra,
sino, lo bueno que tienes;
alumbra vuestro espíritu y reflejarás paz;
confiad en la plegaria que os une.

Con gran voluntad lo indivisible,
al supremo Creador
con fuerza sigue adelante,
tu tarea es reconstruir, ayudar,
compartir y sobre todo dad amor.

Autor:  Julissa Elizabeth Arango Enríquez    

No hay comentarios:

Publicar un comentario