miércoles, 3 de julio de 2013

Niña mujer y niña otra vez.

Yace una niña sentada en la banqueta de un parque
con los codos en las rodillas
y las manos en la barbilla,
triste desolada y muy pensativa.

Claro, esa pobre niña melancólica
pensaba en su futuro; y se preguntaba
por qué su soledad, cuando ella veía
 a todos los niños de su edad reír y jugar.

Añorando dentro de su corazón
y ella decía ¿Por qué? mi padre ¿Por qué?
Mi madre ya de mi no se recuerda
dejándome en el olvido de la vida.

Vida, vida...
Que con el paso de los años
los golpes y los tropiezos que han transcurrido
del tiempo de la misma me han convertido en mujer.

Mujer que sin imaginarme lo que vendría
una vida con una familia, familia que al llegar el ocaso de los años
en mi vida la carnosidad de mi cabellera
ha convertido en un color gris plateado.

Ese, ese...gris plateado que conlleva
la experiencia y sabiduría, pero a la vez
va convirtiendo al ser un senil e inútil estorbo,
estorbo que va de lado a lado, de casa en casa y de hijo en hijo.

Y para esos años regresemos a ese mismo lugar,
acongojados, llenos de tristeza en nuestro corazón
para solo estirar la mano y esperar la caridad
de un buen corazón, volviendo a ser niña otra vez.

Autor:  Julissa Elizabeth Arango Enríquez. 

Quinceañera.

Belleza de primavera,
tú que como un pequeño botón de rosa
empezaste a florecer en la vida
regada con el puro y fresco
rocío del despertar de cada mañana.

Día a día la naturaleza
fue dotándote de dones hermosos
enmarcando en tu rostro
la belleza de la primavera.

Siempre luces orgullosa,
tus labios color de rosa,
tus manos tersas y suaves
son como la seda.

Estrella de mar que nada
en aguas cristalinas,
nube que adorna el cielo
como la rosa y los claveles
tu bello y sedoso cabello.

Hoy en tus quince
permíteme que en tus palmas,
deposite el entusiasmo
el alma y el corazón.

Y todos en este día
te apoyemos y te aclamemos
como reina juventud, de amor
y dueña de nuestro corazón.

Autor:  Julissa Elizabeth Arango Enríquez.

Reflexión de navidad.

No hace falta ser un pesebre
para que nazca Jesús en tu corazón,
no hace falta ser un mago
para seguir la estrella que ilumine tu camino.

Piensa serenamente en tus creencias
y aférrate a la fe de tu espíritu,
realiza los más grandes anhelos de tu corazón
y las más pequeñas ilusiones de los niños.

Alegrarás y embellecerás tu alma
y el amor ennoblecerá tu esfuerzo;
sigue tus más puros pensamientos
y gozarás de la calma luminosa de la cumbre.

Deja que florezca la virtud de tus sentimientos
sembrando en el camino de la vida,
piedad, consuelo, bondad y aliento,
cosechándolo en el futuro de tu linaje.

Reflexiona que el árbol de navidad tiene tantas luces
como plegarias de toda la tierra tiene Dios;
¡Ayuda ablandando corazones duros, cantando villancicos!
Que con tu dulce voz las recibirá Jesús.

Autor:  Julissa Elizabeth Arango Enríquez.

Dad amor.

Hoy que son días difíciles
sin la benignidad de la naturaleza
mucho queda disuelto
transfigurando y devastando.

Ve como los lagos del corazón
la interminable corona de almas
sedientas de ternura y amor
buscando aplacar su inmenso dolor.

No os acuséis unos a otros
miraos los corazones y las almas,
no os limpies solo por fuera,
limpiaos también por dentro.

Quitaos la propia miseria
y la miseria del mundo acabará,
dad a otros la palabra vedad,
buena caridad y justicia dad amor.



La verdadera caridad no es dar solo al necesitado,
sino, evitar que el necesitado exista,
todo lo puede el amor
y es quien ha de mejorar la vida.

Compartid no lo que te sobra,
sino, lo bueno que tienes;
alumbra vuestro espíritu y reflejarás paz;
confiad en la plegaria que os une.

Con gran voluntad lo indivisible,
al supremo Creador
con fuerza sigue adelante,
tu tarea es reconstruir, ayudar,
compartir y sobre todo dad amor.

Autor:  Julissa Elizabeth Arango Enríquez    

Una persona especial.

Una persona especial
es la que
tiene las mejores intenciones
y cualidades.

Una persona especial
es la más respetuosa,
la persona
que lucha por salir adelante.

Una persona especial
es aquella que logra cumplir sus metas
realizar sus más grandes sueños
y cumplir sus aspiraciones.

Una persona especial
es quien no esconde lo que piensa
y expresa lo que siente
sin ofender a nadie.

Una persona especial
eres tú que has luchado,
luchado hasta lograr
lo que te has propuesto, ser grande.

Autor:  Julissa Elizabeth Arango Enríquez.


Papá.

Perfúmate de amor "oh padre mío"
siendo la mano fuerte que apoya al mundo,
que con el fuego y el sudor de tu frente
mitigas el hambre de tu familia.

La dulzura de tus frutos
alivia el cansancio de vencedores y vencidos,
vigilas la pureza de tu fuente
para saciar y llenar la copa de sedientos de consuelo.

El elogio es hoy para ti
que dejas tu simiente de cuerpo entero en la tierra,
sembrando  verdad, belleza y justicia,
siendo el refugio de tus retoños más grandes que son tus hijos.

Llenando tu hogar de seguridad
con tu gran figura imponente
guardando en tu interior
los sentimientos más tiernos y puros.

Guía infalible con instinto
para asegurar la salud mental y material
de aquellos que dependen de ti,
y levantas con el esfuerzo de tu espíritu laborioso.

No hay persona más grande y fuerte en este mundo,
que signifique talento, caridad y triunfos
como tú, papá.
TE QUIERO.

Autor:  Julissa  Elizabeth  Arango  Enríquez.