Todavía viajo cauteloso por el mundo
fertilizando mi poesía en semilleros de oropel,
unas rimas con la esencia de Sofía Raquel
y las otras con la luz que Dios me dio.
He caminado con melancolías en el alma,
nunca quise vivirlo, lo digo de una vez;
testigo mi adorable Pablo Andrés
que lleva toda la esencia de mi ser.
Traté de bordar toda mi experiencia grata,
desde que desperté a la bella juventud,
sin saber que me esperaba Ana Ruth
con un ramo de inocencia celestial.
Cada uno lleva la simiente más loable
y el germen Creador de mi gran genealogía;
con ello no puedo pedir otra herencia u homilía
si todo esta en sus risas y encantos infantiles.
Son testigos infinitos de la sombra aquella,
donde recosté mi vejez canosa y pensativa;
ahí donde en coplas degusté y fortalecí mi vida
recordando sus ocurrencias y sus risas sin igual.
Lo que escribo no es un poema, es algo parecido
a un auxilio que brota de mi quejumbroso pecho,
como quien dice, un suspiro con gélido derecho
de abrir mis ojos al mundo que aún me ama.
Dejaré este mundo que me regaló mi lúgubre estadía
con algún arrepentimiento que de mi alma aflora,
por eso dejo mi poesía en cada mano seductora
de mis nietos que habrán de ponerla en su lugar.
Pablo, Sofía y Ana Ruth serán mis ángeles sagrados
que habrán de encaminarme por la senda bella,
y por último me otorgarán la nívea estrella
para tenerla en mi quinqué de mi lúgubre rincón.
Trinarán las cuerdas de sus liras celestiales,
entre aleteos de aves pasajeras y sencillas,
que al volar rubricarán sus redondillas
entre mi mente que los adora y los venera.
Se enredaron ustedes en mis luceros preferidos,
con sus niñerías y encantos de sobrada fantasía,
ahí estarán hasta que yo muera y vuelva un día
para agradecerles todo el amor que aquí, me dieron.
Verán que este abuelo que escribió estos inéditos
cuartetos
no es más que un penitente guardián de sus ocurrencias,
donde también jugaban imaginándose vivencias
que formaron con él un álbum con matices imborrables.
Esto es un fragmento de lo que la vida nos presenta,
más adelante verán cosas maravillosa y encantadas,
donde tal vez ya no esté presente en sus bellas alboradas,
pero eso si, mis oraciones para que sean profetas de Jesús.
CARIÑOSAMENTE: RODIMIRO GRAMAJO RODRÍGUEZ.
Quetzaltenango,18 de Diciembre 2020.
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