viernes, 9 de agosto de 2019

EN EL DECESO DE DOÑA LEONOR CLARA DE JERÉZ..

Es este el momento en que se forma el confuso plenilunio
dónde las almas sensibles lloran al orar,
máxime al despedir de la tierra a la seño Léonor
que ha dejado entre nosotros manantiales con amor.

Tenemos que sentirnos acongojados y sublimes
porque sigue siendo un ejemplo imperecedero,
no solo por su infinita bondad que nos ha legado,
el cual debemos de multiplicar como tesoro muy
preciado.

Cada quien tiene un concepto de la vida y el mundo;
seño Leonor nos dio el verdadero que nos ha de guiar
para continuar nuestro ineludible caminar para llegar a Dios
y sentirnos purificados ante el florilegio que nos lleva en pos.

Dejó otro Salmo escrito que con ahínco debemos respetar,
usando como tinta la sangre de su límpido corazón
y como pluma su verticalidad de madre santa y pura
que solo se pudo comparar con cualquier albura.

Adiós seño Leonor ante su ineludible viaje hacia la gloria
que el Redentor ya le tenía supremamente prometida,
habrá de disfrutarla con honor porque es merecedora
de ese premio que nosotros tenemos que buscar a toda hora.

Su esposo e hijos que le dieron el apoyo y su cariño
habrán de orar por los que hoy sentimos su partida,
aún nos falta que cumplir sus consejos que a diario
nos decía
y casi o sin el casi, son la bandera de otra bella profecía.

Bueno, aquí estamos enjutando nuestras lágrimas sinceras,
las que habrán de humedecer los jardines de eternas flores,
las que en coro repetirán su nombre en lontananza
para convertirlo nosotros en cálida y sólida esperanza.

Esperanza que nos ha de llevar de la mano a su santuario
para gozar de lo que, con gallardía está viviendo ahora, usted,
ese será nuestro propósito celestial que nos haga más humanos
para siempre estar unidos y tomados de las férreas manos.

Adiós seño Leonor y que bendita sea por donde vaya,
y como digo siempre, siempre al aparecer la aurora:
No se olvide de nuestros nombres que lleva entre su agenda
porque necesitamos de usted hoy, que es espíritu en su senda.

¡Adiós y hasta pronto!

RESPETUOSAMENTE: RODIMIRO GRAMAJO RODRÍGUEZ.
Quetzaltenango, 9 de agosto de 2019.



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