Viviste para dejarnos tu grafía,
Inmortalizando así, tu hombría;
Como no tenerla como ejemplo
Tomando en cuenta tus facetas especiales.
Oh, excelso de la amistad sincera
Recibe el holocausto que te brindo.
Mañana cuando resucite tu hidalguía
Anidarás de nuevo en mi poesía,
No habrá ocaso para huir de tu familia;
Un amigo más, te lo jura en tu partida.
Es por ello que de ti guardamos
La estela de amistad y cariño que nos diste.
Correos enmarcó tu esencia,
Así como tus amigos, tu elocuencia,
Reciprocidad te da tu Xelajú querido
Donde esculpiste tu imagen bien amada.
Oh excelso de la amistad sincera
No olvides el holocausto que te brindo
Aunque mi alma sea impura todavía.
Satúrala desde donde estés amigo mío,
Invítala a dejar el lastimero estío,
Guárdala de la melancolía o tristeza,
Unifica la oración en sus entrañas,
En esa forma descansarás tranquilo,
No dudarás del amor que te ofrendamos;
Zumo divino será para tu alma santa
Aunque a veces la misma tristeza nos traicione.
Respetuosamente: Rodimiro Gramajo Rodríguez.
Asociación de las Artes y la Cultura de Quetgo.
y Grupo Literario Vértice.